Un poco de estrés es saludable
¿Sobretrabajado y con estrés? Mira el lado positivo.
Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han descubierto la manera exacta en que el estrés agudo –de corta duración, no crónico– motiva al cerebro a tener un mejor rendimiento.
En estudios con ratas, Daniela Kaufer y Elizabeth Kirby descubrieron que eventos estresantes significativos pero de corta duración causaban que las células madre generaran nuevas células nerviosas en el cerebro de las ratas, y que al madurar dos semanas después, mejoraban el rendimiento mental.
“Considero que los eventos de estrés intermitente y breve son los que mantienen el cerebro alerta, tienes un mejor rendimiento cuando estás alerta”, dijo Kaufer.
Kaufer tiene especial interés en la manera como afectan la memoria tanto el estrés agudo y breve como el estrés crónico, y debido al hecho que el hipocampo es crítico para la memoria, ella y su colega se concentran en los efectos del estrés en las células madre neurales en el hipocampo del cerebro de la rata adulta.
Las células madre neurales son una especie de progenitor de células cerebrales que, dependiente de los disparadores químicos, pueden convertirse en neuronas, astrocitos u otra células en el cerebro.
El giro dentado del hipocampo es una de las dos áreas en el cerebro adulto donde se generan nuevas células cerebrales, y es altamente sensible a las hormonas glucocorticoides del estrés, dijo Kaufer.
Gran cantidad de investigación ha demostrado que el estrés crónico eleva los niveles de hormona glucocorticoide, lo que suprime la producción de nuevas neuronas en el hipocampo, afectando así la memoria.
Esto es adicional al efecto que tienen los niveles elevados de hormonas del estrés en todo el cuerpo, como el incremento de riesgo de obesidad crónica, enfermedad del corazón y depresión.
Mucho menos se sabe del estrés agudo, dijo Kauder, y los estudios hasta el momento han dado resultados conflictivos.
Para clarificar el efecto del estrés agudo, Kirby aplicó a ratas lo que consideraba como estrés agudo pero breve –por ejemplo, inmovilizarlas en su caja por unas horas. Esto condujo al incremento de las hormonas de estrés (corticosterona) a niveles tan altos como los mostrados por el estrés crónico, sólo que aplicado por algunas horas. El estrés duplicó la proliferación de células nuevas en el hipocampo, específicamente en el giro dentado.
Kirby descubrió que las ratas bajo estrés tenían mejores resultados en pruebas de memoria aplicadas dos semanas después del evento estresante, pero no dos días después del evento. Por medio del uso de técnicas especiales de etiquetado de células, los investigadores establecieron que las nuevas células nerviosas disparadas por el estrés agudo eran las mismas involucradas en el aprendizaje dos semanas después.
“En términos de sobrevivencia, la proliferación de células nerviosas no te ayuda inmediatamente después del estrés, ya que requieren tiempo para convertirse en neuronas maduras y funcionales”, dijo Kaufer. “Pero en el ambiente natural, donde el estrés agudo y breve se da regularmente, mantendrá al animal mucho más alerta, más afinado al ambiente para reconocer lo que es o no una amenaza”.
También hallaron que la proliferación de células nerviosas después del estrés agudo y breve era ocasionada por la liberación de una proteína, factor 2 de crecimiento de fibroblasto (FGF2), en los astrocitos, un sub-tipo de células gliales –células cerebrales consideradas sólo de soporte, pero parece que juegan un papel crítico en la regulación de neuronas.
“La participación de la FGF2 es interesante ya que una deficiencia de esa proteína está asociada con comportamientos depresivos en animales y también en los humanos”, dijo.
Kaufer hizo notar que la exposición a estrés agudo e intenso puede algunas veces ser dañino, llevando a la enfermedades de estrés post-traumático. Una investigación futura podría ayudar a identificar los factores que determinan si la respuesta al estrés es considerada buena o mala.
“Creo que el mensaje es optimista”, dice. “El estrés puede hacernos mejores, pero la pregunta es qué tanto, por cuánto tiempo y cómo lo percibes o lo interpretes personalmente”.
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