En un estudio pionero para medir la toxicidad de los puntos cuánticos en primates ha encontrado que los pequeños cristales luminiscentes son seguros en el lapso de un año, un resultado esperanzador para doctores y científicos que buscan nuevas maneras de combatir enfermedades como el cáncer a través de la nanomedicina.
En el estudio, cuatro monos inyectados con puntos cuánticos de cadmio-seleniuro permanecieron con su salud normal durante más de 90 días. Los marcadores bioquímicos y de sangre se mantuvieron dentro de rangos típicos, y ningún órgano mayor desarrolló alguna anormalidad. Los animales no perdieron peso. Dos monos observados durante más de un año no mostraron ninguna señal de enfermedad.
Los puntos cuánticos son pequeños cristales luminiscentes que brillan en colores diferentes. Los investigadores médicos están en observación de estos cristales para usarse en cirugía guiada vía imagen, terapias activadas por luz y pruebas de diagnostico sensible. Los puntos cuánticos de cadmio-seleniuro se encuentran entre los más estudiados, con gran potencial en aplicaciones no sólo en medicina sino en componentes de celdas solares, computación cuántica, diodos emisores de luz, entre otros.
El nuevo estudio de toxicidad -realizado por la Universidad de Búfalo, el Hospital General PLA de China, La Universidad de Ciencia y Tecnología Nanyang de China y la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur- inició a abordar la preocupación principal de que los puntos cuánticos podrían ser peligrosos para los seres humanos.
Hay un punto de precaución en los realizadores del estudio, sin embargo, al indicar que se requiere mayor investigación para determinar los efectos de largo plazo en primates; la mayoría de los puntos cuánticos de cadmio, potencialmente tóxicos, se ubicaron en el hígado, bazo y riñones de los animales estudiados durante los 90 días.
“Este es el primer estudio que utiliza primates para estudios en vivo con puntos cuánticos”, indicó Paras Prasad, profesor de la Universidad de Búfalo. “Hasta el momento, los estudios de toxicidad se habían enfocado solamente en ratones y ratas, pero los seres humanos somos muy diferentes de ellos. Se requiere mayor análisis y estudio de modelos animales más cercanos a los humanos”.
La concentración de cadmio en particular es una preocupación que garantiza mayor investigación , indicó Ken-Tye Yong.
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