Investigadores de la Universidad de Cambrigde han creado un nuevo tipo de memoria flexible, no volátil, que podría algún día ser utilizada para almacenar mayor cantidad de información en los dispositivos.
La memoria almacena bits de información usando la conductancia de transistores a nanoescala, hechos de óxido de zinc. La nueva memoria no puede almacenar la información por tan largo tiempo como el flash, es más lenta y tiene menos ciclos de escritura, pero potencialmente se puede fabricar más pequeña y empaquetada más densamente.
Su principal ventaja: está fabricada usando procesos simples a la temperatura ambiente, de manera tal que puede depositarse en la parte superior de materiales plásticos flexibles. La memoria de nanocables puede, por ejemplo, construirse dentro de pantallas flexibles y empaquetada en espacios muy pequeños dentro de teléfonos celulares, reproductores MP3 y tarjetas de crédito.
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