La sexta extinción en masa está ya aquí, según investigadores de Stanford
No hay ya ninguna duda que estamos en el inicio de una extinción en masa que amenaza la propia existencia humana.
Esa es la conclusión de una nueva investigación realizado por un grupo de científicos, entre los cuales se encuentra Paul Enhrlich, del Instituto Woods Para el Medio Ambiente de Stanford. Enhrlich y su equipo hicieron un llamado a la acción rápida para conservar las especies amenazadas, su población y su hábitat, pero alertan que la ventana de oportunidad está rápidamente desapareciendo.
“El estudio muestra sin duda alguna que estamos ya entrando la sexta extinción en masa”, dijo Enhrlich.
Aunque mayormente reconocido por su posición sobre la población humana, Enhrlich ha realizado un trabajo de investigación extensivo que va hasta 1981, con su libro Extinction: The Causes and Consequences of the Disappearance of Species. Enhrlich ha enlazado su trabajo en co-evolución, raza, género, justicia económica, y el invierno nuclear, con el asunto de población de vida silvestre y pérdida de especies.
De acuerdo con la investigación, existe un consenso general entre los científicos que el promedio de extinción ha alcanzado niveles sin paralelo desde que los dinosaurios desparecieron hace 66 millones de años. Sin embargo, otros colegas suyos han debatido esta teoría, considerando que los estimados previos sobre valoran la crisis.
El nuevo estudio, publicado (acceso abierto) en la revista Science Advances, muestra que aún con estimados muy conservadores, hoy las especies desparecen en un promedio hasta 100 veces mayor que el promedio normal que se conoce entre extinciones masivas, conocido como promedio de fondo.
“Si se permite que esto continúe, le tomará a la vida muchos millones de años en recuperarse, y nuestra propia especie muy probablemente también desaparecerá”, dijo Gerardo Ceballos, de la Universidad Autónoma de México, autor principal del artículo.
“The walking dead”
Por medio del uso de registro fósiles y datos de previas extinciones, los investigadores compararon un estimado altamente conservador de extinciones actuales con un promedio de fondo hasta dos veces mayor que los utilizados en análisis previos. De esta manera, llevaron los dos estimados –promedio de extinción actual y promedio de fondo de todas las extinciones sucedidas– tan cerca entre sí como es posible.
Con el acento puesto en los vertebrados, grupo para el cual se tienen los datos fósiles más confiables y modernos, los investigadores se preguntaron si incluso en los estimados más bajos de la diferencia entre el promedio de fondo global y al promedio de extinción actual se justifica la conclusión de que estamos precipitando “un espasmo global de pérdida en biodiversidad”. La respuesta: un sí definitivo.
“Enfatizamos que muy probablemente nuestro cálculo está subestimando la severidad de esta crisis de extinción, ya que nuestra objetivo fue colocar una frontera inferior realista del impacto de la humanidad en la biodiversidad”, escribieron los investigadores.
- La lista del impacto de la población humana en la biodiversidad incluye:
- Limpieza de tierras para cultivo, tala y vivienda.
- Introducción de especies invasivas.
- Emisiones de carbono que ocasionan cambio climático y acidificación de los mares.
- Toxinas que alteran y envenenan los ecosistemas.
En la actualidad, el espectro de extinción pende sobre 41 por ciento de todas las especies anfibias y 26 por ciento de todos los mamíferos, de acuerdo con la International Union for Conservation of Nature, que lleva un registro de especies amenazadas o desaparecidas.
“Tenemos ejemplos de especies en todo el mundo que están esencialmente desaparecidas o moribundas”, dijo Ehrlich.
Qué hacer
A pesar del nada halagador panorama, hay una manera, de acuerdo con Ehrlich y sus colegas, de detener sus consecuencias. “Para evitar una sexta extinción masiva se requiere esfuerzos rápidos y mucho más intensos con el fin de conservar las especies ya en peligro de extinción y aligerar la presión sobre la población actualmente existente de esas especies –principalmente pérdida de su hábitat, sobre-explotación para generar ganancia económica y detener el cambio climático”, dicen en su estudio.
Mientras tanto, los investigadores tienen la esperanza que su trabajo ayudará a los esfuerzos de conservación y las políticas públicas.
“Para evitar una sexta extinción masiva se requiere esfuerzos rápidos y mucho más intensos con el fin de conservar las especies ya en peligro de extinción y aligerar la presión sobre la población actualmente existente de esas especies –principalmente pérdida de su hábitat, sobre-explotación para generar ganancia económica y detener el cambio climático”
El artículo original lo encuentras en [http://advances.sciencemag.org/content/1/5/e1400253]
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