Impresión 3D entra a su era de metal
La Agencia Espacial Europea (AEE) y la Unión Europea, conjuntamente con socios industriales y educacionales, están desarrollando los primeros métodos de producción a gran escala de partes complejas impresas en 3D utilizando metal y que puedan soportar temperaturas de hasta 1000 grados centígrados –lo que sería apropiado para el espacio y las más exigentes aplicaciones en Tierra.
Se espera que las impresoras 3D revolucionen la manera en que vivimos, pero hasta hace poco sólo podían trabajar con plástico, lo que no resulta muy útil para muchas aplicaciones industriales.
La impresión 3D, conocida formalmente como fabricación aditiva, puede crear formas complejas que son imposibles de fabricar con la fundición tradicional y técnicas mecánicas. Poco o ningún material se desperdicia y la reducción del número de pasos en una cadena de fabricación ofrece enormes ventajas económicas.
El proyecto AMAZE –fabricación aditiva con cero desperdicio y producción eficiente de productos de metal con alta tecnología– dio inicio en enero.
Varias fábricas están entrando en operación en Francia, Alemania, Italia, Noruega y el Reino Unido para desarrollar la cadena de suministro industrial requerida.
El proyecto se dio a conocer públicamente el martes pasado en el Museo de Ciencia de Londres.
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