Científicos de la Universidad de New South Wales han demostrado que el hidrógeno puede ser liberado y reabsorbido utilizando borohidruro sódico, un material de almacenamiento muy prometedor y que soluciona un problema mayor para el uso del hidrógeno como una fuente de combustible.
Considerado el combustible del futuro, el hidrógeno podría utilizarse para dotar de electricidad edificios, dispositivos electrónicos portátiles y vehículos -pero su aplicación depende de tecnología de almacenamiento práctica.
Los investigadores sintetizaron nanopartículas de borohidruro sódico y las encapsularon con una capa de níquel.
Su particular nanoestructura “núcleo-capa” demostró asombrosas propiedades para almacenar hidrógeno, incluyendo la liberación de energía a temperaturas mucho menores que las previamente observadas.
“Nadie había tratado de sintetizar estas partículas a nanoescala porque consideraban que era demasiado difícil y no podría realizarse. Somos los primeros en hacerlo y demostramos que la energía en forma de hidrógeno puede ser almacenada utilizando borohidruro sódico a temperatura y presión de uso práctico”, indicó Kondo-Francois Aguey-Zinsou, de la Escuela de Ingeniería de UNSW.
Compuestos livianos conocidos como borohidruros (incluyendo el litio y compuestos de sodio) son conocidos por su efectividad como materiales de almacenamiento, pero se creía que una vez liberada la energía no podría ser reabsorbida -una limitación crítica. Esta percepción de “irreversibilidad” representó que se pusiera poca atención en el borohidruro sódico.
“Al controlar el tamaño y arquitectura de estas estructuras, podemos afinar sus propiedades y hacerlas reversibles -esto significa que puede liberar y re-absorber hidrógeno”, indicó Aguey-Zinsou. “Tenemos ahora un camino para investigar todos los borohidruros, que son particularmente interesantes para aplicación en vehículos debido a su alta capacidad de almacenamiento de hidrógeno”.
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