Alrededor del planeta, muchos países están invirtiendo gran cantidad de tiempo y recursos para el desarrollo de esta tecnología, que utiliza satélites para el envío de rayos de bits de información cuántica hacia la Tierra y que podría cambiar de manera radical las comunicaciones.
El año pasado, un equipo de China y otro de Austria lograron nuevas marcas para la teletransportación cuántica, utilizando un rayo láser de fotones a través del aire abierto logrando más de 96.56 y 143.23 kilómetros respectivamente.
Si logran desarrollarse, los satélites de teletransportación cuántica podrían permitir a espías transmitir grandes cantidades de información de ida y vuelta o crear códigos no hackeables.
Este desarrollo requeriría también el desarrollo de computadoras cuánticas -las cuales serían más pequeñas y exponencialmente más poderosas que las computadoras modernas, que podrían modelar fenómenos muy complejos y procesar cantidades numéricas enormes, que harían inútil la encriptación actual. Es allí donde se requieren teletransportadores cuánticos para colocar redes de computadoras cuánticas, en una versión cuántica de lo que es hoy la internet.
China planea ya el lanzamiento de un satélite con todo un equipo experimental de transportación cuántica, y las agencias espaciales de la Unión Europea, Japón, y Canadá esperan obtener suficientes recursos para sus proyectos de satélites de teletransportación cuántica en los años siguientes.
El truco de la teletransportación viene de una peculiaridad de la misma mecánica cuántica, que permite crear dos partículas que están completamente en sintonía una con la otra, lo cual se conoce como par entrelazado.
Para el envío de una señal controlada, requieres teletransportación cuántica. Esto requiere tres partículas sub-atómicas, por ejemplo, fotones. Dos de los fotones son un par entrelazado y el tercero contiene un bit de información que deseas enviar.
“Ahora queremos demostrar que este tipo de comunicación es útil en escala global”, dijo el físico Anton Zeilinger, de la Universidad de Viena, líder del equipo austríaco. “Este método de elección usará comunicación cuántica vía satélite”, añadió, ya que los fotones no pueden viajar grandes distancias en fibra de vidrio sin ser absorbidos.
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