Estiman más de dos millones de muertes anuales por contaminación atmosférica
Un nuevo estudio ha encontrado que hay más de dos millones de muertes al año como resultado directo de la contaminación atmosférica ocasionada por los seres humanos.
Además, si bien se ha sugerido que el cambio climático puede exacerbar los efectos de la contaminación del aire e incrementar las tazas de mortalidad, éste estudio muestra que en realidad tiene un efecto mínimo y sólo representa una pequeña proporción de las muertes relacionadas con la contaminación atmosférica actualmente.
El estudio, que ha sido publicado hoy 12 de julio en el journal Environmental Research Letters de IOP Publishing, estima que cada año mueren 470,000 personas por incrementos en ozono que son causados por el hombre.
También estima que alrededor de 2.1 millones de muertes al año son causadas por incrementos en partículas finas (PM2.5) –diminutas partículas suspendidas en el aire, que pueden penetrar profundamente dentro de los pulmones, causando así cáncer y otras enfermedades respiratorias.
El coautor del estudio Jason West, de la Universidad de Carolina del Norte, dijo: “Nuestros cálculos indican que la contaminación atmosférica es uno de los principales factores de riesgo ambientales para la salud. Se calcula que muchas de estas muertes ocurren en Asia Oriental y Asia del Sur, donde la población es densa y la contaminación atmosférica es severa.”
De acuerdo con el estudio, el número de muertes que se puede atribuir a los cambios en el clima desde la era industrial es, sin embargo, relativamente pequeño. Se estima que un clima que cambia deviene en 1,500 muertes por ozono y 2,200 muertes relacionadas PM2.5 cada año.
El cambio climático afecta la calidad del aire de muchas maneras, y posiblemente conduce a incrementos o decrementos locales en la contaminación atmosférica. Por ejemplo, la temperatura y la humedad pueden alterar las tazas de reacción que determinan la formación o el tiempo de vida de un contaminante, y la lluvia puede determinar el tiempo de acumulación.
Tener temperaturas más altas también puede incrementar las emisiones de compuestos orgánicos provenientes de los árboles, que luego pueden reaccionar en la atmósfera para formar ozono y partículas suspendidas.
“Muy pocos estudios han intentado calcular los efectos del cambio climático en el pasado, en la calidad del aire y la salud. Encontramos que es probable que los efectos del cambio climático en el pasado sean un componente muy pequeño del efecto global de la contaminación ambiental”, añadió West.
En su investigación, los académicos utilizaron un conjunto de modelos climáticos para simular las concentraciones de ozono y PM2.5 en los años 2000 y 1850. Un total de catorce modelos simulaban los niveles de ozono y seis simulaban los niveles de PM2.5.
Después se utilizaron estudios epidemiológicos anteriores para evaluar cómo se relacionaban las concentraciones específicas de contaminación atmosférica de los modelos climáticos con las tazas de mortalidad globales en la actualidad.
Los resultados de los investigadores eran comparables con los encontrados por estudios anteriores que han analizado la contaminación atmosférica y la mortalidad, sin embargo había cierta variación dependiendo del modelo climático que se utilizaba.
“También encontramos que, si nos basamos en la distribución de los distintos modelos atmosféricos, la incertidumbre es significativa. Esto advierte el peligro de usar un sólo modelo en el futuro, como han hecho algunos estudios,” puntualizó West.
Fuente: http://iopscience.iop.org/1748-9326/8/3/034005/article
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