El corazón artificial más reciente: mitad vaca, mitad máquina
Una empresa francesa está en preparación de pruebas de un complejo corazón artificial que combina materiales sintéticos y biológicos, así como sensores y software para detectar el nivel de esfuerzo del paciente y ajustar su bombeo de sangre correspondientemente.
El dispositivo entrará en pruebas en pacientes de cuatro centros de cirugía cardiaca en Europa y el Medio Oriente. Si el dispositivo “bioprostético”, fabricado por Carmat, resulta ser seguro y efectivo en las pruebas, podría ser colocado en pacientes en espera de un trasplante de corazón. Actualmente existe un sólo corazón completamente artificial, fabricado por SynCardia, en Arizona, con la aprobación de Estados Unidos, Canadá y Europa para su uso en pacientes.
Los intentos para reemplazar el corazón humano con una prótesis iniciaron hace varias décadas. Es extremadamente complicado crear un dispositivo que pueda soportar las duras condiciones de trabajo del sistema circulatorio y de manera correcta bombear 35 millones de veces por año, de la manera que lo hace el corazón. Otras complicaciones, tales como derrame cerebral causado por coágulos de sangre en implantes artificiales, han ocasionado retrasos en la implementación de estos dispositivos. Debido a estas razones, los corazones artificiales típicamente se usan como una medida temporal, como un “paso hacia un trasplante”.
La inmensa necesidad de un tratamiento que salvaguarde la vida en pacientes con problemas de corazón ha llevado a los científicos, tanto en la academia como en la industria, a intentar construir un mejor corazón artificial. Cerca de 5.7 millones de personas tienen problema de corazón en algún momento, de acuerdo con cifras de los Centros Para Control y Prevención de Enfermedades, en los Estados Unidos.. En estos pacientes, la capacidad del corazón para bombear sangre se ha hecho tan débil que no suministra suficiente oxígeno y nutrientes al cuerpo. En ocasiones, la falla se limita a una sola mitad del corazón y puede ser tratado con un implante que mejore el flujo de salida pero no reemplaza el corazón completamente. Sin embargo, otras veces ambas partes del corazón fallan y se requiere un trasplante de corazón. Y la demanda de trasplantes excede por mucho a los donadores y los pacientes la mayoría de las veces no pueden esperar años en espera de un corazón, mientras otros son completamente no elegibles debido a problemas adicionales de salud.
Un corazón artificial puede significar permanecer vivo mientras se espera por un trasplante. Los cirujanos hasta el momento han implantado el corazón artificial SynCardia en más de 1,000 pacientes.
El diseño de Carmat incluye dos cámaras divididas cada una por una membrana que sostiene el fluido hidráulico en un lado. Una bomba motorizada mueve el fluido hidráulico hacia adentro y hacia afuera de las cámaras, y el fluido ocasiona que la membrana se mueva; la sangre fluye del otro lado de cada membrana.
El lado de la membrana en contacto con la sangre está hecha de un tejido obtenido de una bolsa que cubre el corazón de la vaca, para hacer el dispositivo más biocompatible. “La idea fue desarrollar un corazón artificial en el cual las partes móviles que están en contacto con la sangre estuvieran hechas por un tejido más adecuado al ambiente biológico”, indicó Piet Jansen, director médico de Carmat.
“Es un dispositivo brillante, sólo me preocupa su tamaño y su durabilidad mecánica”, dijo William Cohn, cardiólogo cirujano en el Instituto del Corazón en Texas, ubicado en Houston. Con la tarea de bombear 100,000 veces o más al día, la mayoría de corazones artificiales no duran más que algunos años, dijo Cohn. “Un dispositivo que trabaje dos o tres años es, al menos, algo de tiempo para lograr un trasplante de corazón”.
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