Científicos del Georgia Institute of Technology han creado circuitos lógicos a nanoescala que pueden ser utilizados como base para robots y procesadores también en nanoescala.
El método utiliza óxido de zinc que se ha elaborado como nanocable. Un voltaje generado por movimiento mecánico induce un voltaje por medio del efecto piezoeléctrico el que a su vez genera una corriente moviéndose en el cable (que es un semiconductor). Por este medio se crea un transistor diminuto que puede ser controlado (abierto o cerrado, con electricidad pasando o no) a través del movimiento aplicado al nanocable.
Los nanocircuitos son más lentos que los circuitos lógicos convencionales (CMOS), sin embargo son altamente efectivos en aplicaciones de baja frecuencia, incluyendo entre ellos la nanorobótica, transductores, micromáquinas, interfases humano-computadora, y control de microfluidos.
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Palabras más populares:
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