El planeta Tierra ha enviado ya información a la Red Universal. En donde sea que una torre de microondas y satélites de tráfico de internet envíe señales, una parte de esa energía quedará transmitida sin intencionalidad en el espacio mismo. Los primeros correos electrónicos trasmitidos en 1969 por el predecesor de la Internet, ARPANET, han, en teoría, viajado ya 39 años luz de distancia, mucho más allá de nuestra estrella más cercana, Alpha Centauri, a sólo 4 años luz. En la práctica, tales señales están perdidas muy probablemente en el ruido cósmico.
Sin embargo, la NASA planea hacer lo mismo, pero intencionadamente. La internet interplanetaria debería permitir a la NASA unir las Internets de la Tierra, las naves espaciales, y eventualmente la Luna, Marte, e incluso más allá. En el futuro, millones de sensores de “polvo inteligente” estarán conectados, intercambiando datos en tiempo real.
Mientras tanto, en un futuro más cercano, y una aplicación práctica importante es darle seguimiento a asteroides, cometas, y basura espacial, para intercambiar datos en 3 dimensiones sobre la ubicación exacta y el tiempo (similar a un GPS). Una vez que los viajes personales al espacio sean una realidad, este sistema podría servir como un tipo de control de tráfico, como el que existe actualmente en los aeropuertos.
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