Científicos de la Stanford University han previsto un nuevo método que no sólo les permite ver dentro del cerebro para examinar las neuronas sino que además les permite monitorearlas por meses.
Esta técnica promete mejorar la comprensión de los estados normales y de enfermedad de estos tejidos siempre escondidos.
Otros avances recientes en micro óptica ha permitido a los científicos ver el cerebro profundo, pero sus observaciones capturaban sólo un momento de los cambios microscopios que ocurren en el transcurso de meses y años, con el envejecimiento y la enfermedad.
EL estudio de Standord apareció en línea en Natural Medicine, el 16 de enero.
Los científicos estudian muchas enfermedades del cerebro profundo usando ratones como modelos, mismos que han sido genéticamente modificados o criados para tener enfermedades similares a las que afligen a los humanos.
Con el nuevo método “es posible estudiar durante un largo período de tiempo sin dañar la región en estudio”, dijo Juergen Jung, administrador de Schnitzer lab. Pequeños tubos de vidrio, cerca de la mitad del tamaño de un grano de arroz, son cuidadosamente colocados en el cerebro de un ratón anestesiado. Una vez los tubos están en su lugar, el funcionamiento del cerebro se expone hacia el exterior al tiempo que se previene cualquier infección. Cuando los investigadores quieren examinar las células y sus interacciones de esta región, insertan instrumentos ópticos diminutos llamados microendoscopía dentro de la guía del tubo de vidrio. Las guías tienen ventanas de vidrio al final y de esa manera a través de las cuales se puede examinar el interior del cerebro.
“Es como ver a través del periscopio de un submarino”, dijo Schnitzer, uno de los autores del estudio.
Puedes leer el artículo completo en inglés aquí.
Científicos de Stanford University han previsto un nuevo método que no sólo les permite ver dentro del
cerebro para examinar las neuronas sino que además les permite monitorearlas por meses.
Esta técnica promete mejorar la comprensión de los estados normales y de enfermedad de estos téjidos
siempre escondidos.
Otros avances recientes en micro óptica ha permitido a los científicos ver el cerebro profundo, pero sus
observaciones capturaban sólo un momento de los cambios micróscopios que ocurren en el transcurso de meses
y años, con el envejecimiento y la enfermedad.
EL estudio de Standord apareció en línea en Natural Medicine, el 16 de enero.
Los científicos estudian muchas enfermedades del cerebro profundo usando ratones como modelos, mismos que
han sido geneticamente modificados o criados para tener enfermedades similiares a las que afligen a los
humanos.
Con el nuevo método “es posible estudiar durante un largo período de tiempo sin dañar la región en
estudio”, dijo Juergen Jung, administrador de Schnitzer lab. Pequeños tubos de vidrio, cerca de la mitad
del tamaño de un grano de arroz, son cuidadosamente colocados en el cerebro de un ratón anestesiado. Una
vez los tubos están en su lugar, el funcionamiento del cerebro se expone hacia el exterior al tiempo que
se previene cualqueir infección. Cuando los investigadores quieren examinar las células y sus
interacciones de esta región, insertan instrumentos ópticos diminutos llamados microendoscopía dentro de
la guía del tubo de vidrio. Las guías tienen ventanas de vidrio al final y de esa manera a través de las
cuales se puede examinar el interior del cerebro.
“Es como ver a través del periscopio de un submarino”, dijo Schnitzer, uno de los autores del estudio.
Puedes leer el artículo completo en inglés aquí.
http://www.eurekalert.org/pub_releases/2011-01/su-ntt011311.php
Diagrama del experimento. Pequeños instrumentos ópticos se einsertan en los tubos de vidrio.
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