Charles Moore: los océanos de basura plástica
El Capitán Charles Moore, de la Fundación para Investigación Marina Algalita, descubrió el llamado Gran Parche de Basura del Pacífico –un gran tiradero flotante de basura plástica. En este artículo llama nuestra atención sobre el alarmante crecimiento de basura plástica en nuestros mares.
Charles Moore es el fundador de esta fundación. Es el capitán de El Alguita, barco utilizado para la investigación de la fundación, utilizado para documentar la expansión de las islas de basura en los océanos.
Saben, se nos tuvo que enseñar a abandonar esa poderosa ética de conservación que desarrollamos durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, necesitábamos enfocar nuestra enorme capacidad de producción a la creación de productos para los tiempos de paz. La revista Life ayudó en este proyecto al introducir al mercado los desechables que liberarían a las esposas del tedio de lavar los platos.
Nota mental para los liberadores: los desechables ocupan mucho espacio y no son biodegradables. Sólo los humanos producimos desperdicios que la naturaleza no puede digerir.
Los plásticos son difíciles de reciclar. Un maestro me enseño como expresar el menos de 5% de plásticos que se recuperan en nuestro flujo de desperdicios. Es diminutamente minúsculo. Ese es el porcentaje que reciclamos.
Ahora, el punto de fusión tiene mucho que ver. El plástico no se purifica tras derretirlo, como sucede con el vidrio o los metales. Se empieza a derretir por debajo del punto de ebullición del agua y eso no aleja a los contaminantes óleos para los cuales actua como una esponja. La mitad de los 100 mil millones de libras de perdigones plásticos se convertirán en basura rápidamente. Una gran e insólita cantidad de nuestra basura fluirá a través de los ríos hasta el mar.
Aquí se aprecia la acumulación en el Arroyo Biona, a un costado del aeropuerto. Y aquí los desechos arrojados al mar cerca de la Universidad de California en Long Beach y la planta de desalinización que visitamos el día de ayer.
A pesar de las multas, mucha de la basura que llega al mar será envases plásticos de bebidas. Usamos dos millones de estas botellas cada cinco minutos en los Estados Unidos, y lo apreciamos en esta imagen del presentador de TED Chris Jordan que documenta artísticamente el consumo masivo y amplia la imagen para mayor detalle.
Aquí vemos una isla remota, que funciona como depósito para las botellas, por la costa de Baja California. La Isla San Roque es una deshabitada colonia de pájaros en la escasamente poblada costa central de Baja California. Noten que la botellas tienen el tapón puesto. Las botellas hechas de polietileno tereftalato, PET, se hundirán en agua salada y no llegarán tan lejos de la civilización. Además, los tapones son producidos en fábricas diferentes de un plástico diferente, polipropileno. Estas flotan en agua salada, pero desafortunadamente no son recicladas.
Tracemos el viaje de los millones de tapones que llegan al mar sin la botella. Después de un año los tapones de Japón se dirigen justo a través del pacífico, mientras que las nuestras son arrastradas por la corriente de California y en primer instancia se dirigen hacia abajo por la latitud de Cabo San Lucas. Después de diez años, muchos de los tapones Japoneses se encuentran en lo que llamamos la Parche de Basura del Este mientras que los nuestros contaminan a las Filipinas. Después de 20 años, vemos como emerge la zona de acumulación de desechos en el Giro Norte del Pacífico.
Sucede también que millones de albatros que anidan en en las islas Kure y Midway en el Monumento Nacional Islas de Sotavento forrajean y escarban lo que sea que puedan encontrar para después regurgitar a sus polluelos. Un polluelo albatros de Laysan de cuatro meses de edad murió con esto en su estómago. Cientos de miles de polluelos estan muriendo con sus estómagos llenos de tapones y otros desechos como encendedores… pero, principalmente tapones. Tristemente, sus padres confunden los tapones con comida esparcidos por la superficie del océano.
Los anillos plásticos de los tapones también causan problemas para los animales acuáticos. Esta es Mae West, todavía viva en la casa del cuidador del zoológico de Nuevo Orleans.
Quería ver como mí pueblo natal de Long Beach contribuía para solucionar el problema, así que en el Día de Limpieza Costal del 2005 fuí a la península de Long Beach en el lado este de nuestra larga playa. Limpiamos las franjas de playa que aquí se muestran. Ofrecí cinco centavos por cada tapón que recogieran. Muchos aceptaron. Aquí están los 1,100 tapones que recolectaron. Pensé que iba a gastar unos 20 dólares. Pero ese día termine gastando alrededor de 60.
Las separe por color y las exhibí el Día de la Tierra siguiente en el Acuario Marino de Cabrillo en San Pedro. El Gobernador Schwarzenegger y su esposa María nos visitaron para discutir la exhibición. A pesar de mi sombrero afeminado, tejido con bolsas de plástico, me saludaron de mano. Le mostré a él y a María una red de arrastre de zooplancton proveniente del giro norte de Hawaii que contenía más plástico que plancton.
Así se veía nuestra muestra de la sopa de plástico en la que se ha convertido nuestro oceano. Arrastrar durante una milla una red para atrapar plancton produce una muestra como esta. Y esta. Ahora, cuando el desperdicio es arrastrado por la corriente a las playas de Hawaii se ve así. Esta playa en particular es Playa Kailua, la playa donde nuestro presidente y su familia vacacionaron antes de mudarse a Washington.
Ahora, ¿cómo analizamos muestras como esta que contienen más plástico que plancton? Separamos los fragmentos de plástico según su tamaño desde cinco milímetros hasta un tercio de milímetro. Pequeños fragmentos de plástico llegan a concentrar poderosos contaminantes orgánicos llegando incluso a ser un millón de veces su nivel normal en el agua marina.
Queríamos comprobar si el pez más común del océano, en la base de la cadena alimenticia, estaba ingiriendo estos venenos. Realizamos cientos de necropsias, y un tercio tuvo en sus estómagos estos fragmentos plásticos tóxicos. El record lo tuvo un pez de tan solo dos y media pulgadas de largo, tuvo 84 fragmentos en su diminuto estómago.
Ahora sí pueden comprar productos orgánicos que estén certificados. Pero ningún pescador en la Tierra puede venderte un pescado salvaje que este certificado de ser orgánico.
Este es el legado que le estamos dejando a las generaciones futuras. La sociedad de lo desechable no puede ser contenida, se ha convertido en algo global. Simplemente no somos capaces de almacenar o reciclar toda nuestra basura. La tenemos que tirar. El mercado puede hacer mucho por nosotros, pero no puede arreglar el sistema natural del océano que hemos desequilibrado. Todos los caballos y todos los hombres del rey… no podrán juntar todo el plástico y reparar el océano.
Vídeo: Los niveles están en aumento, la cantidad y variedad de empaques está en aumento, el concepto de la vida desechable prolifera, y se ve reflejada en el océano.
Conductor: El no ofrece ninguna esperanza de limpiarlo. Filtrar el plástico de los océanos está muy por encima de los presupuestos de cualquier país y probablemente mataría una cantidad de la vida marina, sin precedentes, en el proceso. La solución, de acuerdo a Moore, detener el plástico desde su fuente: detenerlo en tierra firme antes de que sea acarreado al océano. Y en un mundo envuelto y empacado en plástico, el no alberga mucha esperanza. Este es Brian Rooney para Nightline, en Long Beach, California.
Charles Moore: Muchas gracias.
Tomado íntegro de Ted, ideas que vale la pena difundir.
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