Bill Gates: Los profesores necesitan retroalimentación real
Hasta hace poco, muchos profesores sólo recibían una sola palabra de retroalimentación al año: “satisfactorio”. Y sin retroalimentación, sin entrenamiento, simplemente no hay manera de mejorar. Bill Gates sugiere que incluso los grandes profesores pueden mejorar si reciben una retroalimentación inteligente; y establece un programa desde su fundación para hacerla realidad en todas las aulas.
Un apasionado tecnólogo e inteligente hombre de negocios, Bill Gates cambió el mundo una vez cuando dirigía a Microsoft. Ahora, desea cambiarlo con su propio estilo filantrópico y pasión por la innovación.
Todo el mundo necesita un entrenador. No importa si uno es jugador de baloncesto, jugador de tenis, gimnasta o jugador de bridge. (Risas)
Mi entrenadora de bridge, Sharon Osberg, dice que hay más fotos de la parte posterior de su cabeza que de cualquier otra persona del mundo. (Risas) Lo siento, Sharon. Aquí tienes.
Todos necesitamos personas que nos den retroalimentación. De esa forma mejoramos. Por desgracia, hay un grupo de personas que casi no recibe retroalimentación sistemática que los ayude a hacer mejor su trabajo, y estas personas tienen uno de los mejores trabajos del mundo. Hablo de los profesores. Cuando Melinda y yo supimos la poca retroalimentación útil que tenían la mayoría de los profesores nos quedamos impresionados. Hasta hace poco, más del 98 % de los profesores sólo recibían esta respuesta: satisfactorio. Si mi entrenadora de bridge solo me dijera “satisfactorio”, no tendría esperanza de mejorar. ¿Cómo saber quién era el mejor? ¿Cómo saber que hice diferente? Hoy en día, los distritos escolares renuevan la forma de evaluar a los profesores, pero aún así casi no les damos respuestas que les ayuden a mejorar sus prácticas. Nuestros profesores merecen algo mejor. El sistema actual no es justo con ellos. No es justo para los estudiantes, y está poniendo en riesgo el liderazgo estadounidense. Por eso hoy quiero hablar de cómo podemos ayudar a los profesores a conseguir las herramientas de mejora que quieren y merecen.
Empecemos preguntando a quién le va bien. Por desgracia, no hay tablas de clasificación internacionales de las respuestas a los profesores. Así que estudié los países cuyos estudiantes tienen buen rendimiento académico y observé qué hacen allí para ayudar a sus profesores a mejorar. Veamos los resultados en capacidad de lectura. EE.UU. no es número uno. Ni siquiera está entre los 10 primeros. Empata en el puesto 15 con Islandia y Polonia. Ahora, aparte de los lugares con mejor rendimiento en lectura que EE.UU., ¿cuántos tienen un sistema formal para ayudar a mejorar a los profesores? Once de los 14. EE.UU. empata en lectura en el puesto 15, pero en ciencia es el 23, y en matemática el 31. Solo hay un área en la que estamos casi en la cima, y es en no dar a nuestros profesores la ayuda necesaria para que desarrollen sus habilidades.
Analicemos los sistemas que tienen mejor rendimiento académico: la provincia de Shanghái, China. Ocupa el primer lugar en todas las áreas: en lectura, matemática y ciencias, y una de las claves del éxito increíble de Shanghái es la forma en la que promueve la mejora en los profesores. Se aseguran de que los profesores más jóvenes tengan la oportunidad de ver trabajar a profesores magistrales. Tienen grupos de estudio semanales donde se reúnen los profesores a hablar de lo que funciona. Incluso solicitan que cada profesor analice y dé retroalimentación a sus colegas.
Se preguntarán por qué es tan importante un sistema así. Porque en la enseñanza hay mucha variabilidad. Algunos profesores son mucho más efectivos que otros. De hecho, hay profesores en todo el país que ayudan a sus estudiantes a obtener logros extraordinarios. Si hoy el profesor medio llegase a igualar a esos profesores, nuestros estudiantes arrasarían al resto del mundo. Por eso necesitamos un sistema que ayude a nuestros profesores a ser lo mejor de lo mejor.
¿Cómo sería ese sistema? Bueno, para averiguarlo, nuestra fundación ha trabajado con 3000 profesores en distritos de todo el país en un proyecto llamado Métricas de la Enseñanza Eficaz [MEE]. Pusimos observadores a ver videos de profesores en el aula para que los calificaran en una serie de prácticas. Por ejemplo, ¿le hicieron a sus estudiantes preguntas estimulantes? ¿Encontraron múltiples formas de explicar una idea? También le pedimos a los estudiantes que respondieran un cuestionario: “¿Sabe tu profesor cuándo la clase entiende una lección?” “¿Aprendes a corregir tus errores?”
Y hallamos cosas interesantes. Primero, los profesores a los que les fue bien obtenían mucho mejores resultados estudiantiles. Eso nos dicta que hicimos las preguntas correctas. Y, segundo, los profesores del programa nos dijeron que estos videos y encuestas de los alumnos fueron herramientas de diagnóstico muy útiles, porque señalaron lugares específicos que podían mejorarse. Quiero mostrarles este video del MEE en acción.
(Música)
(Video) Sarah Brown Wessling: Buenos días a todos. Hablemos de lo que haremos hoy. Para empezar, una revisión por pares, ¿sí? Una revisión por pares, y el objetivo al final de la clase es que puedan determinar si tienen correcciones para sus ensayos.
Mi nombre es Sarah Brown Wessling. Soy profesora de inglés de secundaria en la Escuela Secundaria Johnston, de Johnston, Iowa.
Giren hacia alguien que esté cerca. Díganle qué cambios piensan que son necesarios.
Creo que hay una diferencia para los profesores entre lo abstracto de cómo vemos nuestra práctica y luego la realidad concreta de la misma.
Bien, me gustaría que traigan sus artículos.
Creo que el video nos ofrece un cierto grado de realidad. Uno no puede negar lo que se ve en el video, hay mucho que aprender de eso, y hay muchas maneras de crecer en la profesión viendo esto. Tengo una cámara de video y un pequeño trípode e invertí en esta pequeña lente gran angular. Al principio de la clase coloco la cámara en el fondo de la clase. No es una toma perfecta. No capta todo lo que sucede. Pero puedo oír el audio. Puedo ver mucho. Puedo aprender mucho con el video. De modo que ha sido una herramienta simple pero potente para analizar la clase.
Bien, primero veamos la larga, ¿sí?
Cuando termino de grabar, lo pongo en la computadora, lo repaso y tomo notas. Si no escribo, no las recuerdo.
Así que tomar notas es parte de mi elaboración mental y descubro cosas conforme escribo. Me ha servido para mi crecimiento personal y para mi propia reflexión sobre la estrategia de enseñanza, la metodología, la gestión del aula y los diferentes aspectos de la clase.
Me alegro de que ya se haya aplicado este método para comparar, en cierto modo, lo que funciona y lo que no.
Creo que ese video expone muchos elementos intrínsecos a la docencia de forma que nos ayuda a entender, y ayuda a la comunidad más amplia a entender, de qué se trata en realidad este complejo trabajo. Creo que es una forma de ilustrar cosas que no se pueden transmitir en un plan de estudios, cosas que no pueden transmitirse en una norma, cosas que ni siquiera a veces se pueden transmitir en un libro de pedagogía.
Muy bien, que tengan un buen fin de semana. Hasta la próxima.
[Todas las clases pueden ser así]
(Aplausos)
Bill Gates: Nos gustaría que algún día las aulas de EE.UU. sean como esa. Pero todavía hay trabajo por hacer. Diagnosticar las áreas de mejora docente es la mitad de la batalla. También tenemos que darles las herramientas necesarias para actuar frente al diagnóstico. Si uno sabe que tiene que mejorar la forma de enseñar fracciones, debería poder ver un video de la persona que mejor enseña fracciones en el mundo.
Pero construir esta retroalimentación para el profesor y mejorar el sistema no será fácil. Por ejemplo, sé que algunos profesores no se sienten inmediatamente cómodos con la idea de una cámara en el aula. Es comprensible, pero nuestra experiencia con MEE sugiere que si el profesor gestiona el proceso, si son ellos quienes graban las clases, y ellos eligen los cursos que quieren publicar, muchos estarán ansiosos de participar.
Construir este sistema requerirá además una inversión considerable. Nuestra fundación estima que podría costar hasta USD 5000 millones. Es una suma grande, pero puesta en perspectiva, es menos del 2 % de lo que se paga en salarios a los docentes.
Las ventajas para los profesores serían fenomenales. Finalmente tendríamos una forma de darles retroalimentación así como los medios para hacer algo al respecto.
Pero este sistema tendría incluso un beneficio más importante para el país. Nos colocaría en una senda segura en la que nuestros estudiantes tendrían buena formación, encontrarían una carrera satisfactoria y gratificante, y tendrían la oportunidad de cumplir sus sueños. Esto no solo mejoraría el éxito de nuestro país, sino que lo haría más justo, también.
Estoy muy entusiasmado con la oportunidad de darles a nuestros profesores el apoyo que quieren y merecen. Espero que Uds. también.
Gracias.
(Aplausos)
Tomado íntegro de Ted, Ideas que vale la pena difundir.
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