Identificar área de pensamiento matemático en el cerebro
Un grupo de investigadores ha encontrado la primera evidencia sólida de que una región específica del cerebro es activada en las conversaciones diarias cuando utilizamos números (o términos cuantitativos aun imprecisos, como “más”), en un estudio realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford.
Esa región del cerebro se descubrió que era activada cuando se le pedía a la gente que realizara cálculos matemáticos, pero sólo en un entorno experimental limitado en un ambiente poco natural.
Estos estudios utilizaron fMRI (sujetos tenían que estar inmóviles dentro de una cámara oscura y tubular cuyo silencio sólo es interrumpido por ruidos constantes, fuertes y mecánicos mientras que unas imágenes aparecían en una pantalla de computadora) o EEG (impreciso).
Urgando en el cerebro de todos los días
“Esta no es para nada la vida real”, dijo Parvizi. “No estás en tu habitación, con una taza de té y experimentas acontecimientos de la vida de manera espontánea”. Según Parvizi, una pregunta sumamente importante es: “¿Cómo una población de células nerviosas que se ha demostrado experimentalmente que es importante en una función determinada trabaja en la vida real?”
“Ahora podemos escuchar a escondidas el cerebro en la vida real”, dijo Josef Parvizi, profesor de neurología y ciencias neurológicas y director del Programa Electrofisiología Cognitiva Intracraneal Humana, de Stanford. Parvizi es el autor principal del estudio publicado el 15 de octubre en Nature Communications (de acceso abierto). Otros autores son Mohammad Dastjerdi y Muge Ozker.
Los científicos especulan que este hallazgo podría conducir a aplicaciones para “leer la mente” que, por ejemplo, permitan a un paciente inhabilitado para comunicarse, por ejemplo, un problema ocasionado por un derrame, que lo haga a través de pensamiento pasivo, o aún posibilidades más distópicos: implantes de chips para espiar o incluso controlar los pensamientos de las personas — o simplemente pensamiento matemático en este caso .
“Es emocionante y da un poco de miedo”, dijo Henry Greely, profesor de Derecho y presidente del comité de dirección del Centro de Ética Biomédica de Stanford, quien no participó en el estudio pero está familiarizado con su contenido. “Esto demuestra, primero, que podemos ver cuando alguien está tratando con números y, en segundo lugar, que algún día muy probablemente seremos capaces de manipular el cerebro para afectar la forma en que alguien usa los números”.
Los temores de control mental inminente son, como mínimo, prematuros, dijo Greely. “En términos prácticos, no es la cosa más sencilla del mundo implantar electrodos en los cerebros de la gente. No se llevará a cabo mañana, o fácilmente, o subrepticiamente”.
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