Crítica de un proclamado descubrimiento de una diatomea proveniente del espacio

Richard Gordon*

Cometa C/2001 Q4 (NEAT) (crédito: Kitt Peak National Observatory)

Cometa C/2001 Q4 (NEAT) (crédito: Kitt Peak National Observatory)

Un reciente artículo de Milton Wainwright [1] y su equipo informó que una muestra de la estratosfera contenía una diatomea frústula capturada a alturas iguales o superiores a 25 kilómetros.

El artículo, publicado en Journal of Cosmology, también indica que este objeto proviene del espacio, con un origen probable en el ambiente de un cometa.

Existen ciertos problemas que me hubiera gustado señalar en el supuesto caso yo hubiera revisado el artículo antes de publicarse:

  1. Aparentemente sólo se encontró un caparazón de diatomea quebrado, lo cual no proporciona confianza estadística.
  2. No hay información sobre si la cubierta evitaba el movimiento lateral del aire o partículas llevadas por el viento (Recordemos el tubo de viento de Pasteur para mantener a los microbios fuera. Una mera “cubierta” no creo que sirva. ¿Pero quién lee a Pasteur hoy en día?)
  3. No se reportó ningún experimento controlado en  un ambiente polvoso –digamos, utilizando diatomeas terrestres– para ver si las partículas sobrepasaban la cubierta.
  4. No se describe el método para desprender el material protector del microscopio, y aparentemente fue realizado al nivel del suelo. Es posible que ni la pistola de aire y los hisopos fueran medidos en busca de partículas antes de ser usados.
  5. Existen estándares para saber que tan libres de polvo son los laboratorios. No se mencionan en el artículo, por lo que no sabemos qué tan libre de polvo estaba el aparato antes de su lanzamiento, no después.

Existe también mucha información sobre la manera en que los huracanes y tormentan mueven los diatomeas a través de la atmósfera[2]. Adicionalmente, en apoyo al origen terrestre y no espacial, las bacterias y otros materiales biológicos son componentes comunes en núcleos de condensación y se han sugerido varios mecanismos para la transferencia de partículas hacia la atmósfera alta, tal y como lo hago notar[3].

El estudio más reciente que “prueba” que diatomeas terrestres pueden alcanzar o exceder 27 kilómetros de altitud es un estudio [4] de geólogos mostrando que “… las válvulas de diatomeas individuales tienen diámetros y velocidades de menos de 50 micrones y un metro por segundo, respectivamente, los cuales resultan similares a los fragmentos volcánicos dispersos en cientos y miles de kilómetros… Erupciones poderosas ricas en agua son modeladas para esparcir cenizas en un rango de altitudes atmosféricas que van de 20 a 30 kilómetros de altitud”.

Más información aquí.

El articulo al cual se refiere la crítica es: Vida terrestre provino del espacio, según nuevo descubrimiento.

* El Dr. Richard Gordon es biólogo teórico y profesor de la Universidad Estatal de Wayne.

Referencias:

[1] Milton Wainwright et al., Isolation Of A Diatom Frustule Fragment From The Lower Stratosphere (22–27km) — Evidence For A Cosmic Origin, Journal of Cosmology, 2013 (open access)

[2] Harper, M.A. & R.M. McKay (2010). Diatoms as markers of atmospheric transport. In: The Diatoms: Applications for the Environmental and Earth Sciences. 2nd edition. Ed.: J.P. Smol & E.F. Stoermer. Cambridge, Cambridge University Press, pp 552-559.

[3] McNichol, J. & R. Gordon (2012). Are we from outer space? A critical review of the panspermia hypothesis. In: Genesis — In the Beginning: Precursors of Life, Chemical Models and Early Biological Evolution. Ed.: J. Seckbach. Dordrecht, Springer: 591-620.

[4] Van Eaton, A.R., M.A. Harper & C.J.N. Wilson (2013). High-flying diatoms: Widespread dispersal of microorganisms in an explosive volcanic eruption. Geology, doi:10.1130/G34829.34821.