Cuando los humanos aprenden, su cerebro relaciona la nueva información con su experiencia para crear nuevo conocimiento.

Diseño experimental. (A) Estimulación de Fotos a color de objeto (O) y escena (S) se organizaron en grupos de tres estímulos (triads) presentadas en dos asociaciones superpuestas (AB y BC). Los tríos consistían de uno de cuatro posibles tipos. (Crédito: Dagmar Zeithamova, April L. Dominick, Alison R. Preston,/Neuron)

Diseño experimental. (A) Estimulación de Fotos a color de objeto (O) y escena (S) se organizaron en grupos de tres estímulos (triads) presentadas en dos asociaciones superpuestas (AB y BC). Los tríos consistían de uno de cuatro posibles tipos. (Crédito: Dagmar Zeithamova, April L. Dominick, Alison R. Preston,/Neuron)

Un estudio encabezado por Alison Preston, de la Universidad de Texas, Austin, muestra que el proceso de comparación de los nuevos conceptos y experiencias con la memoria ayuda a las personas a comprender mejor y a la toma de decisiones.

Este resultado podría conducirnos a mejores métodos de enseñanza, así como mejores tratamientos contra enfermedades neurológicas degenerativas, tales como la demencia, dijo Preston.

“Nuestra memoria no sólo un reflejo del pasado sino que nos ayuda a tomar mejores decisiones con vistas hacia el futuro”, señaló. “Vemos aquí una unión directa entre nuestra memoria y la capacidad de realizar inferencias novedosas”.

En el estudio, se le mostró a 34 sujetos un par de imágenes con distintos elementos (por ejemplo, un objeto y una escena al aire libre). Cada par de imágenes re-aparecerían después en más presentaciones.

Una mochila, con un caballo en su primera presentación,  aparecería al mismo tiempo que una escena de campo en una presentación posterior. La superposición entre la mochila y la escena de campo (caballo y campo) causaría que los participantes asociaran la mochila con el caballo y la escena.

Los investigadores utilizaron esta estrategia para ver como las personas hacen referencia a su memoria reciente al tiempo de procesar la nueva información.

Por medio del uso de fMRI (imágenes de resonancia magnética funcional, por sus siglas en inglés), los investigadores pudieron ver la actividad cerebral de los participantes al tiempo que observaban las presentaciones y como utilizaron su memoria al ver imágenes entrelazadas o superpuestas.

Para ilustrar las formas en que funciona el proceso de conocimiento, Preston describe un escenario cotidiano: imagina que ves a tu vecino caminando con un gran danés en la calle. En un lugar distinto y en otra hora del día, ves a una mujer con el mismo perro en el parque.

Cuando ves a la mujer con el perro, el cerebro trae las imágenes de su memoria reciente con el vecino y el gran danés, generando una asociación entre los acompañantes del perro. La relación derivada te indica que la mujer es también una vecina aunque nunca la hayas visto antes.

“Este es un pequeño ejemplo de como el cerebro almacena información que va más allá de los eventos exactos que experimentamos”, dijo Preston. “Al combinar los eventos pasados con la información reciente, podemos derivar nuevo conocimiento y una mejor predicción de lo que puede suceder en el futuro”.

Durante el experimento, los investigadores pudieron determinar las regiones del cerebro involucradas en el proceso de memorización y unión de nuevos acontecimientos. Descubrieron que el circuito corteza prefrontal hipocampo-ventromedial  (VMPFC) es esencial para la unión de memorias reactivadas con la experiencia actual.

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