Los cambios en la experiencia sensorial pueden ocasionar un recableado masivo en el cerebro, incluso cuando uno envejece, de acuerdo a un estudio realizado por investigadores del Instituto Max Plack de Florida (MPFI) y la Universidad de Columbia, contrario a la idea científica que el cableado del cerebro se fijaba de una vez y para siempre en la adolescencia.
El estudio descubrió que este recableado incluye fibras en el tálamo, el cual procesa y entrega información obtenida de los órganos sensoriales a la corteza cerebral. Estos descubrimientos prometen abrir nuevas avenidas de investigación sobre el remodelado del cerebro y su envejecimiento.
“Este estudio tira a la basura la creencia largamente sostenida de que el cableado del cerebro se realiza casi en su totalidad antes de convertirse la persona en adulto joven”, indicó Marcel Oberlaender, neurocientífico que encabeza este estudio.
“Al cambiar la naturaleza de la experiencia sensorial, demostramos que el cerebro puede recablearse, incluso en edades avanzadas. Eso significa que, si uno deja de aprender y experimentar nuevas cosas conforme envejece, una cantidad sustancial de conexiones en el cerebro pueden perderse”.
Los investigadores realizaron su estudio al examinar cerebros de ratas adultas, concentrando sus esfuerzos en el tálamo. Se creía que las conexiones entre el tálamo y la corteza dejaban de cambiar al finalizar la adolescencia, pero no se confirmó con los roedores estudiados.
Al ser animales nocturnos, los roedores confían principalmente en sus bigotes como órganos sensoriales para explorar y desplazarse en su ambiente. Por esta razón, el sistema de bigotes es un modelo ideal para estudiar si su cerebro puede ser remodelado al cambiar la experiencia sensitiva.
Si se cortaban los bigotes, y evitar que los roedores recibieran esta carga de información del exterior de la manera usual, los científicos buscaron determinar si ocurría un recableado profundo entre el tálamo y la corteza.
Al examinar, encontraron que los animales con bigotes cortados tenían los axones alterados, fibras nerviosas a través de las cuales se comparte información de una neurona hacia muchas otras; los que no tuvieron los bigotes cortados no mostraron cambio alguno en los axones. Este descubrimiento fue particularmente inesperado ya que las ratas se consideraban ya viejas -lo cual significaba que el recableado del cerebro se realizaba en edades no consideradas antes.
Notable fue el hecho que el recableado ocurría rápidamente -en tan sólo unos días.
“Hemos demostrado que la estructura del cerebro de un roedor está en constante cambio, y que su recableado es modelado por la experiencia sensorial y la interacción con el medio ambiente”, indicó el doctor Oberlaender. “Estos cambios parecer ocurrir durante toda la vida y pueden muy bien ocurrir en otros sistemas sensoriales y especies, incluyendo a los humanos”.
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